Estaba recordando antiguas anécdotas que me pasaron cuando empecé en este fascinante mundo y que hoy comparto algunas con vosotros.
Imagina que te piden algo para pegar la dentadura y le sacas un adhesivo de prótesis, y otro y otro y te va diciendo a todos que no y entonces, cuando ya estas desesperada, te saca de un pañuelo la dentadura hecha trizas y es que lo que quiere es pegamento para volver a juntar los dientes porque se le cayó y la pisó. Espeluznante.
Otra de las anécdotas que recuerdo es la de estar tranquilamente en la farmacia y querer ir a avisar al jefe al despacho de que hay un representante y encontrarte en el pasillo una mujer con las bragas bajadas y gritando: ¡Estas son las compresas que uso! Podéis imaginar que me fui corriendo... Me pregunto si seguirá allí la mujer..
Una señora que venia mucho a la farmacia y le gustaba hablar muchisisisisisimo (no hay manera de expresar lo que hablaba). Para poneros en situación, justo después de comer, sábado que haces 12 horas, ganas de dormir siesta más que otra cosa y llega la señora y empieza a hablarte, y sigue, y continúa y ha pasado media hora y ahí está y cuando ya llegaba a la hora me avisan de que me llaman por teléfono y el recado es: Tu madre quiere algo sobre su medicación... Espera, ¿mi madre? Por aquel entonces mi madre no tomaba nada. Cuando cojo el teléfono es mi compañera desde el laboratorio diciendo que intentaba salvarme. Bueno pues tuve que colgar y volver con la señora porque me estaba esperando, y otra hora más, en un momento de despiste de la señora, después de atender a otro paciente, me metí dentro de la rebotica. Pues va y me dice: ¡Bueno que me voy que tengo prisa! ( ¿¿En serio??)
Y mi favorita, situación: entra un chico de unos 16 años y que dice que quiere un colirio llamado
"agua azul" y, ¡Atención! Hace acto de presencia una compañera apareciendo sentada en
la silla de oficina diciendo "agua más colorante igual a agua azul" y desaparece. Si
mi cara ya era un poema imaginaros la del chico, con deciros que le
propuse llamar a su casa (en aquel momento no todos tenían móvil, Ay!
que antigua soy) y me dijo que no se acordaba del número, supongo que para huir lo antes posible... no volvió, que raro...
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Hay algunas historias más pero esas las dejo para más adelante.
Recordad: Consulte a su Farmacéutico.